Por las calles ruidosas que no son su reino, el Alma Condenada se siente perdida y vulnerable. No le gustan, grises y estremecedoras, bramando sus jinetes de hierro bajo la lluvia opaca.
Menos aún cuando su Rubí es como una piedra muerta, sin latir ni brillo.
Porque siente que entonces la mira el Vacío.
Suelo gris, cielo gris, ausencia,
allí donde nada ocurre,
donde no hay más presencias,
y sólo flotas tú
en el borde del trance de la inconsciencia,
aferrándote a la cordura
que te queda.
Lugar hueco, donde brotan melodías mecánicas
que a nadie emocionan
por ser hijas de la Nada
y no tener esencia
ni alma.
Allí donde no sientes Amor,
allí donde no sientes Dolor,
ni Furia, ni Odio, ni Amistad,
sólo Hastío,
cuando nada queda,
cuando sientes que nada te impulsa,
allí y entonces
te estás asomando a él,
te está mirando
el Vacío.
(Ese blando, enorme vacío, que nos llama y nos arrastra a su delirio hueco...)
1 comentario:
Todo vacio está condenado a llenarse algún día de alguna manera.Animo ;)
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