Toda historia tiene un principio...


... y esta aún no ha llegado a su final.

Pero para entender el Ahora, debes conocer el Ayer.

En esta crónica plagada de claves, de secretos, de metáforas, simbolismos y sueños, sólo quienes comiencen el viaje desde el mismo punto en que se inició lograrán comprenderlo.

Toda historia tiene un Principio. Comiénzalo.




martes, 28 de octubre de 2014

Paseando entre tumbas (siete años después)



Ha pasado tanto tiempo.... tanto tiempo... y sin embargo, para mí ha sido como un suspiro. Debería estar escribiendo acerca de un Alma Condenada en su Cementerio, o quizás sobre la Lobo, describiendo con melancólicas palabras que suenan bellas a mis oídos acerca del paso inexorable del tiempo, del transcurrir de los días... pero no puedo.

Mi inspiración calla. Y eso es algo nuevo para mí, hasta un punto que desconocía.

¿Por qué calla? Porque soy feliz.

Y la felicidad me roba esos largos ratos en los que me perdía en mi propia mente entre negros pensamientos que daban a luz poemas desgarrados y epitafios malditos. El silencio, oí decir una vez, es el mejor heraldo de la alegría, porque poca sería esta si pudiera decir cuanta es.

¿Tal vez sea ese mi caso? Quien sabe.

Siete giros solares he escrito en estas tumbas. Cada vez que estaba triste, o furiosa, o perdida, acudía aquí en busca de una catarsis purificadora. Siete años... en los que he recuperado mi corazón, mi Rubí.

Me he redimido. Lo creía imposible. 

O mejor dicho, me han redimido. Porque yo sola no habría podido hacerlo. Y no me duele admitirlo. Porque esa es mi fortaleza.

No te olvido, mi Cementerio. De veras que no te olvido. Pero has cumplido tu principal misión, y yo debo aprender a caminar fuera de tus muros sin temor. Como lo hago ahora. 

No te abandonaré, estoy segura de que de vez en cuando volveré a escribir en tí alguna lápida. Aprenderé a inspirarme en la alegría. 

Hasta entonces, tus rejas y muros te seguirán guardando, y tu puerta queda entreabierta como siempre lo ha estado.

Felices siete años, mi mundo secreto.

Mi Cementerio.



jueves, 29 de mayo de 2014

Only teardrops




Porque a veces sencillamente tengo ganas de danzar sobre la hierba verde de verano iluminada por la Luna llena.

Porque a veces simplemente una canción me parece hermosa.

Y porque cuando escucho esta melodía, por alguna razón, lo primero que ve mi mente es a un grupo de feéricos bailando en una noche llena de magia, y yo soy una de ellos. Y ellos son gente amada.

¿Cuántas veces podemos ganar y perder? Y es que se puede conseguir ambas cosas a la vez.

Cada noche que estamos juntos.

¿Cuantas veces podemos romper las reglas? Quién sabe.

Tantas como creamos que merezca la pena.

¿Cuántas veces tendremos que luchar? Cuerpo, mente y voluntad.

Ante todo reto, ante la vida misma.

Y entre nosotros no sólo hay lágrimas...


(Porque sí...)


martes, 29 de abril de 2014

Mi noche del año (por sexta vez)



Es mi noche, era mi noche, y tú la convertiste en el mejor recuerdo posible.

Trajiste a parte de la manada, me disteis regalos que el corazón no olvida aunque el ojo no los vea y me hicisteis feliz. Juntos cantamos bajo la Luna, juntos danzamos, juntos yacemos.

Juntos, siempre juntos.

Porque juntos, hasta el hielo puede ser cálido y la noche luminosa, porque juntos la fuerza es infinita y la debilidad mengua, porque juntos dos lobos tienen muchos senderos que descubrir.

Y aunque mi musa se duerma acunada en los brazos de la dicha, merece la pena. Un nuevo giro solar, y quiero seguir viviéndolo a tu lado. Todos los giros solares que aún están por llegar.

Si es contigo.


(Porque nunca olvidaré mi Cementerio, aunque la inspiración haya decidido jugar al escondite conmigo, o tal vez es que la felicidad no le sienta bien...)


domingo, 30 de marzo de 2014

Masquerade





Y entre máscaras y abanicos, entres valses y polkas, entre el día y la noche...

Allí estamos. Allí estuvimos. Allí estaremos.

Porque a veces la felicidad puede ser fastuosa sin por ello dejar de proceder de elementos cuyo valor no se puede medir con dinero...

Porque sin mis seres amados, no habría sido lo mismo.

¡Masquerade!


sábado, 22 de febrero de 2014

A tí



Ah. Cuanto tiempo hace que Yo no pisaba el oscuro Cementerio. Mucho, mucho tiempo. Y aunque eso sea un buen signo, sentía desazón. Los había dejado solos demasiado tiempo.

Sin embargo, el Cementerio nunca ha estado tan hermoso. Resplandores hechiceros impregnan los lugares escondidos, convirtiendo los rincones de la floresta en patios de recreo de las hadas, en cenadores de magia e ilusión para los espíritus. Los demonios ríen mientras juegan al escondite entre las lápidas, y los ángeles de piedra, guardianas y benevolentes vigilantes, conversan entre ellos con las melodías que arrancan a sus instrumentos en una suerte de concierto místico.

No, nunca estuvo tan hermoso el Cementerio, con la dorada luminaria refulgiendo sobre el Árbol de las Esferas. 

Y sólo la Sombra, el Trovador, parece melancólico. Aunque sonríe al verme.

"Siempre he sabido que no nos abandonarías definitivamente" susurra. "Siempre estamos ahí"

"Sí" mi mano sobre el Rubí. "Siempre estáis aquí."

"Sabes que siempre te he amado."

"Lo sé."

"También sabes que soy feliz ahora"

"... lo sé."

"Sigo siendo una parte de ti. Sabes que te amo, igual que todo este Cementerio te ama. Por eso, también lo amamos a él."

Sonreí.

Yo no creía en la redención. Hasta que te conocí a ti.




No hay palabras. No existen.
¿Como podría describirlo?
No existen palabras que puedan definir
el tacto de una canción,
el sonido del color azul,
el sabor de una mirada,
el aspecto de amor
o el olor de un "te quiero".
Ni las hay que puedan expresar
todo lo que yo siento por ti.

No existen.
Pero por ti, podría inventarlas.

  Yo era un lobo solitario que vagaba sin rumbo, y tú fuiste el que me dio un lugar al que regresar, el Sol cuya luz hace brillar a esta pequeña Luna, el hombre al que amo. Mi refugio y mi confidente, el sueño que sueño despierta cada día. Me has regalado medio giro solar maravilloso, y la esperanza de que es sólo el primero de muchos. Me has regalado redención. Me has regalado esperanza.

Me has dado el amor.

Y nada se compara a ti.

Te amo.



(Felices 6 meses, mi amor, y os que aún nos quedan por llegar. Toda una vida. Ahora, son dos los lobos que corren juntos hacia el horizonte...)