Toda historia tiene un principio...


... y esta aún no ha llegado a su final.

Pero para entender el Ahora, debes conocer el Ayer.

En esta crónica plagada de claves, de secretos, de metáforas, simbolismos y sueños, sólo quienes comiencen el viaje desde el mismo punto en que se inició lograrán comprenderlo.

Toda historia tiene un Principio. Comiénzalo.




sábado, 22 de febrero de 2014

A tí



Ah. Cuanto tiempo hace que Yo no pisaba el oscuro Cementerio. Mucho, mucho tiempo. Y aunque eso sea un buen signo, sentía desazón. Los había dejado solos demasiado tiempo.

Sin embargo, el Cementerio nunca ha estado tan hermoso. Resplandores hechiceros impregnan los lugares escondidos, convirtiendo los rincones de la floresta en patios de recreo de las hadas, en cenadores de magia e ilusión para los espíritus. Los demonios ríen mientras juegan al escondite entre las lápidas, y los ángeles de piedra, guardianas y benevolentes vigilantes, conversan entre ellos con las melodías que arrancan a sus instrumentos en una suerte de concierto místico.

No, nunca estuvo tan hermoso el Cementerio, con la dorada luminaria refulgiendo sobre el Árbol de las Esferas. 

Y sólo la Sombra, el Trovador, parece melancólico. Aunque sonríe al verme.

"Siempre he sabido que no nos abandonarías definitivamente" susurra. "Siempre estamos ahí"

"Sí" mi mano sobre el Rubí. "Siempre estáis aquí."

"Sabes que siempre te he amado."

"Lo sé."

"También sabes que soy feliz ahora"

"... lo sé."

"Sigo siendo una parte de ti. Sabes que te amo, igual que todo este Cementerio te ama. Por eso, también lo amamos a él."

Sonreí.

Yo no creía en la redención. Hasta que te conocí a ti.




No hay palabras. No existen.
¿Como podría describirlo?
No existen palabras que puedan definir
el tacto de una canción,
el sonido del color azul,
el sabor de una mirada,
el aspecto de amor
o el olor de un "te quiero".
Ni las hay que puedan expresar
todo lo que yo siento por ti.

No existen.
Pero por ti, podría inventarlas.

  Yo era un lobo solitario que vagaba sin rumbo, y tú fuiste el que me dio un lugar al que regresar, el Sol cuya luz hace brillar a esta pequeña Luna, el hombre al que amo. Mi refugio y mi confidente, el sueño que sueño despierta cada día. Me has regalado medio giro solar maravilloso, y la esperanza de que es sólo el primero de muchos. Me has regalado redención. Me has regalado esperanza.

Me has dado el amor.

Y nada se compara a ti.

Te amo.



(Felices 6 meses, mi amor, y os que aún nos quedan por llegar. Toda una vida. Ahora, son dos los lobos que corren juntos hacia el horizonte...)

  

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