Toda historia tiene un principio...


... y esta aún no ha llegado a su final.

Pero para entender el Ahora, debes conocer el Ayer.

En esta crónica plagada de claves, de secretos, de metáforas, simbolismos y sueños, sólo quienes comiencen el viaje desde el mismo punto en que se inició lograrán comprenderlo.

Toda historia tiene un Principio. Comiénzalo.




domingo, 2 de diciembre de 2007

Odio



Rabia, ira, enojo... tantos nombres, y una sola emoción que las junta. Bien, esto no es correcto. Rabia y odio no son lo mismo. Ira y odio no son similares.

Pero la furia que se siente en todas ellas es muy parecida.

Es difícil sustraerse del odio. Se puede aprender a comprender, a tolerar, a soportar, para domeñar tu odio y mantenerlo aparte, de tal manera que sea prácticamente imposible encenderlo.

Pero ni siquiera eso te salvará. El odio, como el dolor, es una constante en la vida.

He aquí la tecera inscripción, hecha con los arañazos de unas garras cargadas de desesperación.






Odio.

Corre por mis venas, latiendo, caliente, arrastrándolo todo.

Odio la luz brillante del amanecer, que hiere unos ojos rojos a fuerza de llanto. Odio ese viento helado que hiende mi piel igual que la rabia hiere mi corazón.

Odio esos ruídos estrepitosos, coches bramando, voces metálicas vacías. Odio ese bullicio y esa marea de gente sin rostro con caminos ignotos para mí.

Odio los sabores insípidos que se posan en mi lengua, esas comidas carentes de toda emoción.

Odio la alegría inconsciente de los jóvenes al salir de marcha por las noches, odio los impulsos de hacer lo mismo que ellos para olvidar por unos instantes sumergida en el Infierno.

Odio la capacidad de sentir, de amar, y te odio por enseñármela.

Te odio con todos los poros de mi alma, te odio con la violencia de la sangre y de la guerra, te odio por existir.

Y lo que más odio es el hecho de no poder odiarte, de no poder desear tu dolor y tu tortura, odio no poder maldecirte.

Porque si hay algo más fuerte que mi odio, es el amor que siento por tí.


2 comentarios:

SteppenWolf dijo...

Una plabara: Wow

Te encontré a causa de Fenix.
Enorme tu letra, absolutamente.

El tiempo hace al dolor costumbre. Y las costumbres, tarde o temprano, dejan de picarte la piel de los sentimientos. O al menos ese camino es el que tomo mi caso.

Felicitaciones.

Sidnray dijo...

Wow,cuanto sentimiento...adoro tu blog