Toda historia tiene un principio...


... y esta aún no ha llegado a su final.

Pero para entender el Ahora, debes conocer el Ayer.

En esta crónica plagada de claves, de secretos, de metáforas, simbolismos y sueños, sólo quienes comiencen el viaje desde el mismo punto en que se inició lograrán comprenderlo.

Toda historia tiene un Principio. Comiénzalo.




miércoles, 26 de diciembre de 2007

Dame tu aire (y déjame soñar con lo quiera)



Hasta ahora, escuchar a Alex Ubago siempre fue para mí oír a un chico cantarme canciones. Es la primera vez que al escucharlo a él, me estoy escuchando a mí misma.

Si lo sueños pudieran controlarse... si como dice él, "si mis sueños fuesen la relidad, y la realidad sólo mis sueños", si pudiera cada noche deslizarme a la inconsciencia con la seguridad de que la pasaría como y con quien yo quisiera, si pudiera dormir y no tener que despertar más que para comer, si pudiera vivir en mis sueños, si...

Son demasiados sies. Además, prometí ser fuerte. Viviré.

Pero no dejaré de soñar.

Entretanto, repiraré el vulgar aire de oxígeno, nitrógeno, vapor de agua y dióxido de carbono.

Dedicado a mí, Alma Condenada. Respiremos en sueños.






(Pidiéndola a gritos... ¿cuál será mi verdad?)

1 comentario:

Kimuko dijo...

... Sueña... Sueña cuanto puedas...


ROMEO: Esta noche he tenido un sueño.
MERCUCHO: Yo también.
ROMEO: Y cual era el tuyo.
MERCUCHO: Que los soñadores ven visiones.
ROMEO: Visiones verdaderas mientras están durmiendo.
MERCUCHO: Oh! Veo entonces que la reina Mab ha estado contigo. Es la partera de las
hadas y su tamaño no es mayor que una piedra de ágata en el anillo de un concejal. La arrastra
un tronco de pequeños átomos entrando por la nariz de los durmientes, su coche es una
cáscara de nuez. Su cochero, un pequeño mosquito vestido de gris y con tal lujo galopan,
noche tras noche por cerebros enamorados que entonces sueñan con el amor. Por dedos de
abogados que sueñan con sus honorarios. A veces pasa por el cuello de un soldado y este
sueña que corta cuellos extranjeros y así asustado jura una oración o dos, y se vuelve a dormir.
Ella es la bruja que cuando las mozas yacen boca arriba las oprime y las enseña a concebir,
haciéndolas mujeres de buen peso. Esa es ella. ¡ESA ES ELLA!