Toda historia tiene un principio...


... y esta aún no ha llegado a su final.

Pero para entender el Ahora, debes conocer el Ayer.

En esta crónica plagada de claves, de secretos, de metáforas, simbolismos y sueños, sólo quienes comiencen el viaje desde el mismo punto en que se inició lograrán comprenderlo.

Toda historia tiene un Principio. Comiénzalo.




miércoles, 20 de abril de 2016

Mi noche del año (por séptima vez)





Mira, somos Yo. Mira, el Sol regresa a su lecho. Es hermoso.



Pasaron tantos giros de esperanza que pensé que nunca volvería a contemplarlo sola. 

La realidad es cruel, y desengaña.

Pero es mi Acantilado. Es mi Sol. Y soy Yo.





Y nunca estoy realmente sola. Tengo una manada, tengo gente por la cual regresar. Seres especiales que hacen que vivir duela menos. Gente que me quiere. Gente a la que quiero. Y por ellos, me levanto y avanzo paso a paso.

Me han dicho muchas veces que no se debe vivir por otros, que hay que vivir por uno mismo. ¿Por uno mismo? Valiente tontería. Yo no me sirvo de nada sola. No quiero la vida triste, gris y vacía de aquellos que no precisan de nadie para vivir. Pues entre eso y la muerte... ¿qué diferencia hay? Al final, lo que cuenta es cuanta gente estará en tu Banquete de Memoria recordándote y contando historias que te incluyan. Esa es la inmortalidad.
En un nuevo giro solar que ha sido como el ying y el yang, en el que he rozado las estrellas para de golpe caer en la más profunda sima, camino con fuerza.

Por vosotros.


(Porque Yo soy Yo, y eso nadie lo cambia...)


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