Toda historia tiene un principio...


... y esta aún no ha llegado a su final.

Pero para entender el Ahora, debes conocer el Ayer.

En esta crónica plagada de claves, de secretos, de metáforas, simbolismos y sueños, sólo quienes comiencen el viaje desde el mismo punto en que se inició lograrán comprenderlo.

Toda historia tiene un Principio. Comiénzalo.




lunes, 5 de octubre de 2009

Viento helado



Hace frío. Un frío que penetra en los huesos. Que hiende la piel, desgarra las venas y encoge el corazón.

Porque no es un simple aire, ni tampoco algo de que el Alma Condenada se pueda abrigar. Ese frío nace en su interior, de él proviene y en él arraiga. Es el frío de la tristeza, y de la soledad.

Porque en su cementerio, está sola. Duendes, espíritus, ángeles, demonios, incluso el Trobador, no dejan de ser emanaciones suyas, más... ¿qué otra criatura de carne y sangre, de hueso y de alma, ha penetrado jamás en su reino, desde los tiempos en que la esfera brillaba?

El Alma Condenada anhela un sentimiento que ya no está a su alcance, que parece rehuirla. No es fácil hacer latir su corazón.

Y los corazones que no laten no viven.

A ella le da igual. Hace tiempo que perdió su corazón, que su pecho esta vacío, que se contenta con su Rubí incrustado, vano amago de la joya que en su noche poseyó. No se puede recuperar lo perdido, y en el juego más peligroso el Alma Condenada perdió su apuesta.

"¿Dónde estás? ¡Te necesito!"

Vuelve a sentir frío. Vuelve a sentir terror cuando la noche se acerca. Vuelve a temer a la hora de Morfeo.

Sueños, sueños, sueños... de los que nunca escapará.

Hace frío.

Y el Alma Condenada sólo puede desear.


(¿Es burla intención o desdichada casualidad que utilices los mismos días que yo noches para escribir mis lápidas al más allá?)


3 comentarios:

LightningLion dijo...

¿Nadie lo ha intentado entrar o a nadie se lo has permitido?

Nada es casualidad.

Lara LI dijo...

Se le permitió la entrada a algunas criaturas. Ninguna de ellas quiso traspasar el umbral.

LightningLion dijo...

Si no quisieron entrar, si en el último momento decidieron dar media vuelta y traicionar tu confianza, ¿son criaturas dignas de un mínimo interés?

Si lo has perdido, puedes robar un corazón.

Desear no es suficiente.