Toda historia tiene un principio...


... y esta aún no ha llegado a su final.

Pero para entender el Ahora, debes conocer el Ayer.

En esta crónica plagada de claves, de secretos, de metáforas, simbolismos y sueños, sólo quienes comiencen el viaje desde el mismo punto en que se inició lograrán comprenderlo.

Toda historia tiene un Principio. Comiénzalo.




lunes, 19 de septiembre de 2011

Devastación



No tengo muchas más palabras para definir como me siento ahora. Sólo quisiera preguntar, a quien quiera que me está haciendo esto, por qué.

Por qué no me quieres dejar marchar.

Deseé el Nilo y se me negó. Deseé el Este y se me negó. Y ahora ni siquiera moverme en las mismas tierras me dejas.

Mi amada de vestido verde y velo plateado, sabes que siempre estarás en mi corazón. ¿Tanto me codicias, tanto me amas tú también, que no quieres que me vaya?

Hoy no hay Cementerio, ni Acantilados, ni praderas bajo la Luna de otoño.

Un desierto devastado se extiende hasta el horizonte, bajo un cielo nocturno plagado de constelaciones sin astro lunar. La luz que lo ilumina es intensa y fría a la vez, y mis pies descalzos hoyan la arena.

Estoy devastada, rota por dentro, cansadas de ilusiones quebradas.

Y tan sólo sigo adelante porque quiero creer en las palabras de mis padres: que existe un motivo para todo esto. Para quedarme.

Que mis lágrimas me purifiquen.


(Será mejor que no desee ir a más sitios, no quiero ser responsable de más catástrofes...)





No hay comentarios: