Cada año, una noche especial. Mía. La única en todo el año que no escribo por desahogo, desdicha, dolor, ansia o deseo. La noche en que disfruto sabiendo cuanto me aman aquellos que me rodean y aún los que están lejos, proque todos ellos me demuestran con sus palabras y sus regalos su cariño.
Dos veces dos. Dos, como las cruces que me han obsequiado mis padres. Dos, como la dualidad de la existencia. Dos veces dos, como vuestros regalos: el collar, las cartas, la varilla, el suave delfín. Dos, como una pareja.
Como "tú y yo".
Desde mis dos resplandecientes aves, os contemplo.
Y os quiero, a todos vosotros.
Dos veces dos. Dos, como las cruces que me han obsequiado mis padres. Dos, como la dualidad de la existencia. Dos veces dos, como vuestros regalos: el collar, las cartas, la varilla, el suave delfín. Dos, como una pareja.
Como "tú y yo".
Desde mis dos resplandecientes aves, os contemplo.
Y os quiero, a todos vosotros.
1 comentario:
El que algo recibe es que algo merece. Felicidades, querida loba. Que sean muchos más, y que todos los que en esta fecha te demuestran su cariño estén para disfrutarlos contigo.
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