En mis sueños, llámame en mis sueños...
Llévame a tus sótanos secretos y arrulla mi alma...
Estás en mi mente, hechizándola como un poderoso narcótico...
¿Estarás algún día en mi realidad?
¡Cantaré para tí, seré tu ángel de la música!
Tan sólo debes llevarme contigo a través de tu espejo...
... ven a buscarme.
(Soñar sigue siendo gratis... y suspirar por los oscuros antihéroes de los cuentos también. ¿Cuantas veces tendré que cantar ante el espejo para ver una máscara a través de él?)