Toda historia tiene un principio...


... y esta aún no ha llegado a su final.

Pero para entender el Ahora, debes conocer el Ayer.

En esta crónica plagada de claves, de secretos, de metáforas, simbolismos y sueños, sólo quienes comiencen el viaje desde el mismo punto en que se inició lograrán comprenderlo.

Toda historia tiene un Principio. Comiénzalo.




miércoles, 22 de febrero de 2012

Vino de olvido



Una nueva lápida, un simple viento de inspiración que cruzó el Cementerio del Alma Condenada, le desgarró el corazón y escribió versos con su sangre.

A veces no hay una explicación coherente, una razzon aparente, a veces no existe un por qué.

Hay noches en las que el Alma Condenada se emborracha con los recuerdos que la asaltan traidoramente y sin previo aviso.

La Sombra del Trobador rasga las cuerdas de su laúd de niebla para acompañarla y en un cáliz de plata le sirve el licor onírico. Ella bebe y continúa tallando.

A veces simplemente porque sí.


"Dadme a beber
vino de olvido,
que no tengo amado,
que no tengo amigo;
hoy la melancolía
gobierna mi castillo
mirando al pasado
anhelando lo desvanecido
ojos de inocente
y alma de niño.

Dadme a beber
vino de olvido,
que no tengo azar,
que no tengo sino;
entre la sombra y la luz
discurre mi camino,
no puedo desandarlo,
ni repetir lo vivido,
ya no soy la que era,
algo se ha perdido.

Dadme a beber
vino de olvido,
que no tengo amado,
que no tengo amigo;
tan cansada, quiero cerrar
mis ojos con un suspiro,
y al abrirlos comprobar
que mi sueño se ha cumplido,
ahogarme en mi copa
desafiando al destino.

Y por ello te suplico:
dame a beber
vino de olvido."



(Mal asunto cuando te asalta la melancolía sin una razón aparente... pero me gusta la primera estrofa, me salió tan parecida a una cantiga medieval... mañana será otro día...)