Y entre máscaras y abanicos, entres valses y polkas, entre el día y la noche...
Allí estamos. Allí estuvimos. Allí estaremos.
Porque a veces la felicidad puede ser fastuosa sin por ello dejar de proceder de elementos cuyo valor no se puede medir con dinero...
Porque sin mis seres amados, no habría sido lo mismo.
¡Masquerade!
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