¿Recuerdas hace años cuando el tiempo transcurría lentamente, Alma Condenada? ¿Recuerdas cómo pasabas las horas viendo caer la arena del reloj?
Sí, lo recuerdo... es difícil olvidar un pasado tan cercano.
Y ahora, mírame, el tiempo corre en mi contra y cada vez se desvanece más rápido. Donde antes las horas estaban vacías y costaba llenarlas ahora me faltan y el tiempo discurre en veloces ráfagas. Tantos deberes, tantos pactos, que las horas se escapan entre mis dedos.
Los últimos tiempos han sido tan intensos, tan llenos de eventos, de viajes, de sorpresas, que hasta le fui infiel a la exactitud de mi Cementerio, donde jamás pasaba una Luna sin escribir.
Ni tan siquiera pude hacer la crónica de mi viaje a la Esfera del Luz Austral, a los brazos de mi dragón lejano, donde fui guerrera helena en un mundo fabuloso de dioses, mitos y leyendas. Nuevos amigos y nuevas experiencias, y sobre todo, felicidad completa, la que siempre me inunda en la Esfera de Luz. El bálsamo de mi alma, la droga del olvido por unos días parami mente sobrecargada de deberes.
¿Mejor así? Tal vez. El recuerdo es sólo mío, la felicidad que tuve, también.
Pero el tiempo sigue corriendo, Chronos no espera y no me da tregua. Necesito más de tu don, Chronos, necesito tiempo.
Tiempo para terminar mis tareas, para reposar, para recuperarme, un tiempo conmigo misma y con mi mundo para ponerlo en orden, y así disfrutar de mis compromisos sociales sin verme estrangulada por el paso de las horas, eternamente colgando del reloj.
Tiempo que fluye, imparable y eterno.
Tiempo para hallarte, amor, si es que alguna vez te encuentro.
(En estos últimos meses he acusado la falta de tiempo para hacer todo lo que tengo que hacer... incluído dormir, y ahora mi cuerpo empieza a pasar factura, mi mente saturada gritando piedad y mi corazón exhausto rogando una tregua... realmente necesito descansar...)
No hay comentarios:
Publicar un comentario