Ante las llamas de este fuego, una nueva historia vengo a traeros... otro fragmento perdido para la biblioteca de los olvidados...
Partió una mañana de su Cementerio, con el albor tímido de un nuevo Sol. Llamó con trinos metálicos a las majestuosas Aves de Acero, cuyas plumas usan los locos para hacer espadas con las que retar a los vientos, y salió de su oscuro reino en un viaje a la Esfera de Luz. A una de tantas, en realidad.
Allí la aguardaban, y a la vez nadie la esperaba. Durante cuatro senderos de Luna, permaneció en la Esfera, entre criaturas risueñas y envuelta en luz, esa luz que de normal rehuía. Bebió de los vientos de la montaña cuajada de pinos verdes, contempló los cerezos en flor y paseó bajo cielos estivales vestida con aquellos exóticos trajes, mientras su alma sanaba.
Y su bálsamo fue la luz, la luna, las risas y la despreocupación, su medicina fue aquel lugar donde no tenía compromisos, sus vendajes fueron las palabras y abrazos draconianos.
Ocurrió estando allí, en un hermoso atardecer. Sin darse cuenta ella, se cerró la herida del todo y sólo quedó una cicatriz.
Ése fue su regalo, que trajo a su reino: una libreta de portadas de luz, con todas las hojas en blanco, esperando a que la escritura las llene de nuevo.
Consciente ahora, voló montada en las alas de la serena alegría, de saber que las cosas por fin estaban bien y había un nuevo comienzo, de que la libreta está en blanco otra vez.
Y regresó a su reino, su hogar, su misterio, su Cementerio. A su oscuridad teñida de luz. A su luz oscura.
El Alma Condenada sonríe llena de paz.
Ahora en sus dominios también brilla la luz.
Este fragmento nos cuenta cómo los ciclos de tristeza siempre acaban teniendo un final, y el tiempo de la belleza está por llegar...
(Dulces tardes estivales entre cartas de póker y del Tarot...)
1 comentario:
Me alegra mucho que te haya sentado así de bien el finde ^^
Y me gusta la entrada. A ver si es verdad y a todos se nos acaba el ciclo de tristeza un rato que falta hace...
Bicos, linda :*
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